Crece el consenso en ver a Cariglino como el garante del peronismo en la provincia.

miércoles, 15 de abril de 2015




El intendente de Malvinas Argentinas Jesús Cariglino es candidato a gobernador. Es un tema que no está en discusión por estas horas, más allá de las versiones y anhelos que hay en el mundo de la política. Lo cierto es que en distintos sectores lo ven como el dirigente que puede llegar a ser clave en la unidad del peronismo bonaerense para los tiempos que vienen en la provincia de Buenos Aires tras el 10 de diciembre. 

“Cariglino es el nuevo Balestrini para lo que viene”, soltó hace unos días atrás un experimentado hombre de la política bonaerense. Eso grafica que el intendente de Malvinas Argentinas es una garantía para que el peronismo no desaparezca bajo consignas marketineras o en la falsa dicotomía de la nueva política como slogan habitual. 

Hasta aquí, de los candidatos que tiene el Frente Renovador para pelear la sucesión de Scioli, Cariglino ha sido el que ha logrado un armado territorial en casi toda la geografía provincial con dirigentes propios. Es más, ninguno de los otros postulantes han podido sumar apoyos públicos explícitos de otros intendentes del conurbano. Cariglino sumó a Luis Acuña, Humberto Zúccaro, Joaquín De La Torre. Y fuera del massismo en esa línea se pronunciaron Sandro Guzmán y Mario Ishii. Ese mosaico significa que a partir del 2016 la unidad del justicialismo será muy posible. Gobierne quien gobierne. 

Por esa razón, no son pocos los que lo ven al jefe comunal malvinense, respetado por propios y extraños, como una garantía para integrar la fórmula provincial. Lo ven así dentro del Massimo como fuera de él. No faltaron los mensajes desde La Plata - vía Alejandro Granados - para que reconsidere su postura de no acompañar a Scioli. La respuesta hasta ahora es negativa. Cariglino imaginaba un armado con Martín Insaurralde donde el eje sería discutir el futuro de la provincia de Buenos Aires y luego decidir qué candidato a presidente escoger para apoyar en octubre próximo. El lomense, por muchas razones de las que no puede escapar, decidió cerrar con Scioli. Sigue midiendo bien pero no es garantía que tenga la lista para competir dentro del Frente para la Victoria. 

Esta semana, en el bunker de Francisco De Narváez miraban encuestas donde el “Colorado” está arriba un punto de Insaurralde. Se entusiasman, sobre todo porque venían casi del ostracismo político. 

¿Es imposible pensar en una fórmula De Narváez- Cariglino? No. Pero para eso deberán darse muchas alternativas. Una de ellas es ver como termina la agitación que se dio sobre un posible acuerdo Macri y Massa. Eso cambiaría todo el escenario. 

El caso de Cariglino es especial. Su presencia podría ser bienvenida en las tres fuerzas políticas que pugnan con mayores posibilidades. En todas, en peronismo lo ve como garante. “Cuando Jesús juega, juega”, dice un intendente de dialogo permanente con el malvinense. También este jefe comunal está convencido que se puede llegar a negociar un espacio en la fórmula ganadora provincial. 

Nadie se bajará de donde está subido. Cariglino arma y analiza el tablero. Conoce como pocos los movimientos del peronismo bonaerense. Hay algo que es seguro. Será protagonista. 



Fuente: EL EMBUDO.

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