ELECTROMUERTE

martes, 19 de abril de 2016

Sana ansiedad contenida golpea los corazones de jóvenes que esperan ese día tan especial. Ganas de divertirse, de pasarla bien y de un millón de sensaciones en flor que junto a amigos vivirían una noche singular, pero los visitó la más cruel desgracia traída de la mano de los mercaderes de la muerte.  

Los traficantes del abismo mutilaron vidas, sueños, ilusiones. Todo por un puñado de monedas que son una maldición inconfesa. Claro, nos referimos a los cinco jóvenes fallecidos en la “fiesta electrónica” llevada a cabo en Costa Salguero, en Costanera Norte, este fin de semana. También están internados otros cinco pacientes que se encuentran en delicado estado con peligro de vida. 
La ingesta de drogas de “diseño”, pastillas prohibidas elaboradas en la clandestinidad del horror fueron “pensadas” para matar, para aniquilar voluntades, para llevar a las almas distraídas a un abismo de oscuras sombras estrujando la conciencia individual que es el más preciado bien del hombre. 
El fiscal federal, Federico Delgado, afirmo: “La droga abrazaba a los chicos que entraban al predio”. Además, graficó que las pastillas “se compraban como choripán en las canchas de fútbol”. Durísima la descripción del señor fiscal, una semblanza de la falta de control e impunidad con la cual se movían los traficantes.  Debemos convenir que hay responsables en distintos y diversos grados de esta atrocidad social. 
Muchas preguntas quedan flotando en torno de esta lamentable tragedia, esperemos que nadie busque demonizar a los jóvenes que son las auténticas víctimas de estos episodios. 
Para muchos estas fiestas son un sano divertimento, pero detrás de esta fachada están los fenicios de la drogadependencia que buscan sacar vil provecho del desconocimiento de los jóvenes.  
Los padres y los mayores en general debemos profundizar nuestro compromiso con los niños y la juventud. Educar desde el AMOR es el verdadero escudo contra la maldad manifiesta. La necesaria presencia de AFECTO y CARIÑO no implica que en la formación de valores esté ausente la disciplina y la mano férrea que debe conducir a las nuevas generaciones. 
Evolución es expansión de nuestra conciencia a través del SABER, esto es VIDA. La droga es reducción de la conciencia, esto es NO saber, implica la verdadera MUERTE.
Familia, escuela, estado y política tienen que dar esta batalla a favor de los jóvenes, para beneficio de nuestra sociedad y la humanidad toda. 

                Máximo Luppino.  

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