Los colores hablan y manifiestan particular energía. Son pensamientos vivos en acción, en una puja de matices casi infinitos. Definen actitudes y posiciones, establecen en qué “lugar” de la historia estamos parados.
Tarifazos extremos y brutales, confiscatorios de los magros salarios de la clase media y de los trabajadores en general, acorralan y angustian a gran parte de la población. Ya que el gobierno parece no comprender que muchísima gente NO alcanza a pagar esos descontrolados e irracionales montos de dinero.
Billetes nuevos sin próceres, mineras “liberadas” de todo gravamen impositivo exportador, saquean los metales de la Madre Tierra, a la vez que degradan drásticamente el medio ambiente.
Autos importados con menos impuestos, al igual que el champagne, tan necesario para que los adinerados puedan brindar. Mientras, la leche es difícil de adquirir por los humildes en medio de una industria lechera en crisis terminal. Todo esto está “pintado” de amarillo, el color que el Pro-Cambiemos tomó como insignia de su accionar política.
Las autoridades de San Miguel llegaron al gobierno comunal bajo el aura del Frente Renovador de Sergio Massa. Hoy, a 7 meses, el municipio se vistió de un amarillo furioso. Nuestro flamante intendente, Joaquín De La Torre, recientemente electo en su tercer mandato consecutivo, acude a socorrer con su superior inteligencia al gobierno provincial desde un ministerio, dejando en el distrito una situación incierta en cuanto al legítimo poder político.
El amarillo está en auge ministerial y económico, el Azul y Blanco está en el corazón de la gente doliente con su poesía de barrio rebelde que busca una nueva esperanza para vivir con dignidad.
El justicialismo está en proceso de reagrupar sus energías y propósitos siempre en favor de los necesitados que parecen haber olvidado los amarillos funcionarios.
En San Miguel, el dirigente Franco La Porta realizó con humildad y espíritu de servicio un llamado a la tan necesaria UNIDAD del movimiento de Perón y Eva. Sabemos que el Peronismo, una vez más, elevará sus banderas de justicia e igualdad para llevar bienestar al pueblo en general.
“El hombre es artífice de su propio destino” nos señaló Juan Domingo Perón, el líder que sigue desafiando al tiempo con su siempre vigente sabiduría popular.
Hoy reafirmamos que nos sentimos más Azul y Blanco que nunca. Preferimos estar del lado de nuestros abuelos y padres, de nuestros vecinos y compañeros. Deseamos seguir los designios del corazón peronista que tenemos.
Hacemos votos para que la convocatoria de La Porta sea exitosa, sabiendo que San Miguel posee cientos de dirigentes genuinos y militantes apasionados que tienen mucho que aportar y de los cuales también tenemos mucho que aprender. Fueron, son y serán luchadores de mil batallas en favor del pueblo.
Nuestros colores insignias son las del pabellón nacional, ese que siempre peleó contra los que desearon esclavizar la patria. Esas potencias que sojuzgaron a los pueblos del mundo. Esas potencias que San Martín, Rosas y Perón enfrentaron.
Hoy el justicialismo trabaja para volver a servir a los humildes desde el AMOR y la humildad de nuestra sagrada misión de ser útiles a nuestros hermanos.
Máximo Luppino
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