Millones de manos se juntarán en celestial oración. Miríadas de oraciones volarán hacia las alturas divinas cual un solo corazón anhelante, miradas humedecidas por el crónico infame dolor. Sucederá que en todas las latitudes del globo terráqueo, la oración será la misma: ¡Niño DIOS, sálvanos del coronavirus, que la pandemia se convierta en luz de salud para todos!
El espíritu navideño existe y está presente, se manifestará en millones de vacunas de diversos orígenes pero con el mismo propósito, inmunizar a la humanidad. También los milagros visitan los laboratorios y las mentes de los científicos. El trabajo denodado y disciplinado crea las condiciones para que la inspiración germine floreciente y próspera. El gran poeta Almafuerte afirma: “¡Que la ciencia es brutal y que no sueña, eso lo afirma el asno que la enseña!”… Los microscopios también poseen alas sutiles de excelsos versos de FE.
El niño Jesús nace una vez más junto a los hombres para enseñarnos a no morir jamás, conducirnos con AMOR al reino del padre, donde las únicas cosas que perecerán serán la maldad, la ignorancia, el miedo y lo imposible.
¡Señor, que nadie lucre con el antídoto del COVID 19, que los poderosos cesen de acumular montañas de vacunas que no podrán utilizar y sepan distribuirlas con dulce generosidad entre los pueblos pobres del planeta!
El árbol navideño está iluminando cada hogar del cristiano planeta con luces de esperanza viva, con confianza en un Padre que nunca nos abandonó, sabiendo que el BIEN es un derecho al cual nadie nos debe sugerir desatender.
El egoísmo materialista desequilibró al planeta inundándolo de profanos desperdicios. La acumulación de desmedidas riquezas que producen pobreza extrema fue la cuna del coronavirus. La virtud y la generosidad junto a la FE serán los antídotos definitivos de toda plaga planetaria.
Vacunas y plegarias son haces de luz del mismo faro de verdad divina. Cualifica, hermano, con fuerza y devoción la salud que se aproxima y ésta llegará con más prontitud a tu hogar.
Desde el establo de Belén las bendiciones llegarán al mismo infinito UNIVERSO. DIOS es AMOR sin límites. Los no creyentes también rezan en su cotidiano deambular buscando la razón de su existir. Las preguntas auténticas son una forma de culto inquietante y valorable.
¡Feliz Navidad para la creación toda y en especial para nuestros semejantes!
¡Cada ser posee luz de vida divina! ¡Honra siempre la existencia con cariño profundo!
¡FELIZ NAVIDAD!
Máximo Luppino
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