La candidata de la Coalición Cívica tuvo una performance peor a la pésima que ya había tenido en las primarias. No alcanzó el 2 por ciento de los votos, pese a que en 2007 había obtenido cuatro millones y medio de sufragios. Dijo que ahora va a ser líder de la “resistencia”.
Elisa Carrió fue un testimonio del castigo del votante, tras perder más de cuatro millones de sufragios en cuatro años.
En las primarias de agosto, Carrió ya había perdido casi cuatro millones de votos en comparación con los comicios presidenciales de 2007, cuando salió segunda detrás de Cristina Kirchner.
Ahora, Carrió sacó casi 200 mil votos menos que en agosto y apenas superó el punto y medio de los votos. De esta manera, la creadora del ARI salió última, detrás del Frente de Izquierda de Jorge Altamira.
Es más, hubo más votos en blanco que sufragios para Carrió. La cantidad de votos en blanco superó el 2,5 por ciento de los votos, mientras que Lilita arañó el 1,90 por ciento.
Pese a que luego de las primarias Carrió había evitado hablar tras su flojísima performance y había enviado a su candidato a vice, Adrián Pérez, hoy fue una de las primeras candidatas en hablar luego del cierre de los comicios.
Lo hizo en su habitual tono apocalíptico: “Hermes Binner y nosotros encabezaremos la resistencia al régimen", dijo en referencia al kirchnerismo.
“Si nos toca la persecución, nos toca", advirtió Carrió, que cargó contra los votantes al decir que “van a ser corresponsables de la historia; no sólo Cristina, también millones de argentinos que vieron lo que pasaba e igual la votaron".
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