Lic. Esteban Alejandro Wood: El orgullo de San Miguel en el CEDRONAR

lunes, 14 de noviembre de 2011

El Cedronar es una de las Secretarias de Estado Nacionales que cumplen con una de las funciones mas importantes en estos tiempos "La Prevención de la drogadiccion y la lucha contra el Narcotráfico". Su Secretario es Dr. José Ramon Granero, pero entre sus filas se encuentra el Lic. Esteban Alejandro Wood a cargo de la Coordinación Comunicacional Institucional, hombre de San Miguel, que de manera silenciosa viene realizando un sobresaliente trabajo en el Cedronar, según nos informan desde esa área del Estado Nacional, recorriendo el país comunicando las acciones que esta importante Secretaria de Estado viene realizando, a continuación le dejamos un fragmento de declaraciones realizadas en el provincia del Chaco, como así también un trabajo sobre la responsabilidad de los medios en el tratamiento de la droga, autoria de Wood, un vecino del que nos sentimos orgullosos: 


”Con políticas de inclusión, se revirtió el consumo del paco”

Durante su visita a Chaco, el encargado de las relaciones de la organización con los medios de comunicación aseguró que “se ha demostrado que la presencia de las familias en las casas, mayor escolaridad o presencia de los chicos en las escuelas, los chequeos médicos, requisitos que se tienen en cuenta para obtener la asignación, se empezó a notar disminución en los índices de consumo en drogas en zonas marginales”•
En su visita a Chaco, el jefe de prensa de Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico), Esteban Alejandro Wood afirmó que hubo una disminución del consumo de drogas de lugares marginales gracias a “las políticas públicas de inclusión que han sido llevadas adelante por la gestión de este gobierno”.

El jueves, el jefe de prensa de Sedronar el licenciado Esteban Alejandro Wood, dio un taller sobre El periodismo y los medios de comunicación frente a la problemática de las adicciones, en la sede la Universidad Popular, situada en Mitre y Lavalle. La jornada estuvo orientada a periodistas y estudiantes de comunicación. La organización estuvo en manos de la subsecretaría de Gobierno, Culto y Registros Públicos, a cargo de José Mongeló, quien estuvo presente durante la capacitación.

En una charla con elDIARIO de la Región, Wood aseguró que “hoy los indicadores de consumo de drogas en Argentina que estaremos presentando este año, empiezan a mostrar que las políticas públicas que han sido llevadas adelante por la gestión de este Gobierno, están mostrando sus frutos con índices de disminución del consumo de las drogas consideradas marginales o de la pobreza, por lo cual decimos que evidentemente la parte más expuesta están siendo incluidas en los esquemas de este Gobierno”.

El comunicador de Sedronar explicó que políticas del Gobierno “como es el caso la asignación universal por hijo, que si bien tiene una visión universal del problema, impacta de lleno en determinadas cuestiones que hacen de la política día a día, y puntualmente lo medimos en el tema de las adicciones. Claramente, se empezó a notar un amesetamiento”.


Por: Esteban Wood 
“¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?” En esa pregunta de Caín está encerrada toda la tragedia de la humanidad.
“¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?” En esa pregunta de Caín está encerrada toda la tragedia de la humanidad. Recopilemos. Estamos en un bosque, el cuerpo de Abel, el hijo menor de Adán y Eva, yace ensangrentado boca abajo, con el cráneo abierto por el golpe con una quijada que le dio su hermano mayor. Imaginemos que Caín está cabizbajo y se debate entre la culpa y esa sensación de omnipotencia que da matar al otro. Dios lo interpela y le pregunta: “¿Dónde está tu hermano Abel?”. Entonces, Caín da esa feroz respuesta que condenó a los hombres a no hacerse responsables por el otro. (José Saramago)
Debido a la complejidad del fenómeno y las importantes repercusiones humanas, económicas y sociales que produce, información y responsabilidad son cuestiones compatibles que se tornan necesarias al tratar temas relacionados con el problema de las adicciones. La preocupación que hoy existe entre los profesionales de la prevención, la asistencia y la lucha contra las drogas por el divorcio con el universo de los comunicadores, tiene su base paradójica en una falta de comunicación entre ambos grupos.
Las posibles causas pueden encontrarse en ambas partes: por un lado, las fuentes que se le ofrecen al comunicador no son suficientemente concretas. Por otro lado, el comunicador puede carecer, por su parte, de la especial sensibilidad y conocimiento necesario para abordar informativamente el fenómeno de las drogas.
Esta cuestión cobra vital importancia cuando se cae en la cuenta de que hoy en día, el conocimiento de la realidad se realiza cada vez menos a través de la experiencia directa y más a través de los medios de comunicación. Por eso, es necesario asumir que el profesional de los medios es intérprete de la realidad social y, en muchos casos, conforma las imágenes que adquiere la sociedad sobre la mayoría de las temas. El impacto que esto supone sobre la percepción social de los diferentes aspectos relacionados con el problema de las drogas es de gran importancia: al elegir mostrar un enfoque de un problema, a expensas de otras formas de abordarlo, se toman decisiones que pueden incentivar o fomentar el consumo de sustancias.
Por otra parte, con relación al manejo de la información sobre drogas, se habla mucho más de las drogas en las secciones policiales que en las de sociedad. Indudablemente, la información sobre las actividades de reducción de la demanda (prevención o asistencia) no son noticias fácilmente vendibles, pues carecen del denominado valor noticia que sí poseen los actos relacionados con la represión del narcotráfico en cuanto al marketing que requieren las crónicas policiales.
Pero a la luz de los parámetros con los que tradicionalmente se medía el concepto de noticiabilidad de un determinado acontecimiento, reglas básicas periodísticas para abordar o no determinado tema, el proceso de selección está siendo distorsionado, y la información en sí misma ha comenzado a perder su carácter de bien público para ser usada como una mercancía, un objeto de presión, a menudo vehículo de crédito y de lucro por parte de las grandes empresas periodísticas.
Puede afirmarse que la existencia de un valor periodístico es un resultado subjetivo, la interpretación que el observador hace sobre la realidad en base a la utilidad, la importancia o bien el interés de determinada información. En tiempos en los que desde los medios de comunicación se ha construido un imaginario social que banaliza el consumo de drogas, este artículo no es más que un intento por invitar a redefinir el concepto de valor noticia a la luz del impacto (o costo social) que determinadas informaciones periodísticas tienen sobre la sociedad en su conjunto.
El tratamiento informativo de ciertos temas socialmente complejos es algo a consensuar, a redefinir entre los actores partes del proceso comunicacional. Voceros, fuentes informativas, cronistas, editores, propietarios de multimedios y demás miembros del ecosistema mediático-comunicacional deberían establecer claramente las reglas del juego, los sesgos, las trampas y trucos. Y por sobre todas las cosas, las responsabilidades que, en menor o mayor alguna medida, todos comparten al transmitir una información que, como en el caso del uso y abuso de drogas, puede ser extremadamente costosa para la sociedad sino se la difunde desde la premisa de una responsabilidad social periodística frente al problema.


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