San Miguel: "Correrán un andén y ahorrarán más tiempo"

viernes, 11 de noviembre de 2011


     La gente siempre actúa por costumbre, y a la hora de cruzar las vías del tren a la altura de la Estación de San Miguel se hizo un hábito no esperar a que las barreras que indican que un servicio estará por cruzar la avenida Balbín se levanten, sino observar para ver cuánto falta para que pase el tren, y, con cierto nivel de prudencia, adelantarse a la advertencia para no perder más tiempo. Esto es tan circunstancial como cierto.
Ocurre que aguardar lo que la barrera indica se vuelve insostenible. Claro está, la culpa no se puede volver del lado de la gente: el tren que viene desde Retiro obliga a que las barreras se bajen algunos metros antes de cruzar la calle Italia –donde está el paso a nivel previo a la Estación- y se mantengan en ese estado mientras el servicio se detiene, la gente se baja, suben nuevos pasajeros, y la marcha vuelve a retomarse para seguir camino hasta José C. Paz.
Durante ese tiempo, la fila de automóviles que esperan de uno y otro lado de las barreras se incrementa considerablemente. En tanto, los peatones que buscan pasar a pie las vías saben que la cantidad de minutos que demanda hacer las cosas como corresponde puede equivaler a una suma importante de tiempo, entonces elijen cruzar de antemano. Y así, por una cuestión de simple psicología de masas, todos pasan, y nadie espera.
El sub secretario de obras de San Miguel, Sergio Quiroga, no evitó sus consideraciones al respecto: “Cuando por la tarde, que es la hora del día con mayor frecuencia de trenes, se juntan un rápido con otras dos formaciones que van a Pilar y José C. Paz, la barrera llega a estar baja casi 11 minutos”, explica. Incluso, Quiroga agrega: “En esos momentos se traba todo el tránsito en el centro de San Miguel, se hacen dos cuadras de cola a un lado y otro de las vías, sobre Balbín, y se complica Perón”.
Por supuesto, las expectativas que genera esta obra ilusionan hasta quien menos utiliza este cruce: “Con el andén ascendente del otro lado de Balbín, una vez que el tren llegó a al estación, la barrera ya se va a levantar”, explica. Incluso, semanas atrás, el intendente De la Torre también había adelantado a Aquí La Noticia acerca de esta obra que proporcionaría comodidades varias: “En San Miguel viaja mucha gente a diario en forma continua, usando el Ferrocarril San Martín, y se podrán acortar muchos los tiempos”, aseguró.
Mientras se sigue esperando, la obra ya comenzó: será un andén de 250 metros de largo, con 50 de ellos cubiertos. Dentro del espacio techado funcionarán las nuevas boleterías, al mismo tiempo que habrá baños para hombres, mujeres y discapacitados. La construcción se levantará sobre el terreno que existe entre la vieja estación de San Miguel y el Museo Ferroviario que funcionan entre las vías del Ferrocarril San Martín y las del Urquiza Cargas.
Evidentemente, esta construcción también llevará asignada la remodelación de la actual estación de trenes que, desde hace varios años, no hace alarde de un estado óptimo. En ese aspecto, el sub secretario de obras volvió a detallar: “Una vez terminado el nuevo andén, la idea es demoler el viejo que recibía los trenes provenientes de Retiro, y que no se utilizará más, y parquizar toda la zona para que quede un espacio verde a disposición de los vecinos y los chicos”.
También se intentará revalorizar la mitad de la estación que recibe los trenes provenientes de José C. Paz, sobre todo el primer piso, donde no se explotan al cien por ciento las galerías y locales que allí existen: “Sabemos que hay indigentes que duermen ahí, y la idea es buscar una salida que además cambie el aspecto comercial ofreciendo lugar a nuevos locales interesados y brinde más seguridad a la estación”, explicó Quiroga.

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