Monseñor Arancedo: "No podemos acostumbrarnos a convivir con la inseguridad y la muerte"

miércoles, 5 de marzo de 2014

El titular de la Conferencia Episcopal llamó a las autoridades a "tomar conciencia de la gravedad de estos hechos", luego de los delitos ocurridos en la capital provincial en los últimos días.


Monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, emitió un comunicado en el que subrayó que está "conmovido" por los hechos de inseguridad ocurridos en los últimos días en la ciudad de Santa Fe. "No podemos acostumbrarnos a convivir con el delito, la inseguridad y la muerte", sentenció.

"Elevo mi voz de repudio por estos hechos, siento la necesidad de hacer un llamado a toda la sociedad, en especial a las autoridades y a la dirigencia, para tomar conciencia de la gravedad de los hechos que hemos vivido", indicó.

Al analizar el fenómeno de la inseguridad, señaló: "Muchas son las causas que pueden concurrir en estos hechos, hablamos de marginalidad, del avance de la droga, de ausencia de una cultura de valores que dé sentido a la vida y sostenga el nivel de nuestras relaciones, como también de una deuda pendiente de la política".

A continuación, el comunicado completo

Ante la grave situación de inseguridad y muerte

Conmovido por la serie de muertes violentas en nuestra ciudad, que tuvo en el caso del matrimonio del Sr. Digno Fantelli un grado de salvajismo difícil de calificar, quiero hacer llegar, en primer lugar, mi palabra de cercanía en el dolor y de oración a los familiares de las víctimas. Todos hemos sido atacados y ofendidos en estas muertes.

Al tiempo que elevo mi voz de repudio por estos hechos, siento la necesidad de hacer un llamado a toda la sociedad, en especial a las autoridades y a la dirigencia, para tomar conciencia de la gravedad de los hechos que hemos vivido. No podemos acostumbrarnos a convivir con el delito, la inseguridad y la muerte. Muchas son las causas que pueden concurrir en estos hechos, hablamos de marginalidad, del avance de la droga, de ausencia de una cultura de valores que dé sentido a la vida y sostenga el nivel de nuestras relaciones, como también de una deuda pendiente de la política. Esta critica realidad que vivimos nos debe convocar a todos los santafesinos, más allá de nuestras pertenencias y funciones, a asumir actitudes y conductas que nos ayuden a crear las condiciones de una sociedad donde los valores de la vida y la paz, del trabajo y la justicia, de la honestidad y la ejemplaridad, sean la fuente de una sociedad más humana, justa y solidaria. Es importante, para ello, valorar el rol de la familia y de la escuela como lugares privilegiados de trasmisión de cultura y estilos de vida, de proyectos y de amistad social, como también vivir bajo el imperio de la ley en el marco de la Constitución. La presencia de los medios de comunicación social ocupan un lugar de relieve en nuestra sociedad, por ello valoramos y comprometemos su labor al servicio del bien de la comunidad. En este contexto de dolor e indignación, hago un llamado urgente y respetuoso a las autoridades, como a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a movilizar todas nuestras fuerzas al servicio de la vida y del bien común. El bien tiene más fuerzas que el mal. No podemos esperar soluciones mágicas, pero tampoco quedarnos como espectadores de un drama que envilece a la condición humana y quiebra los lazos de pertenencia y confianza social. El bien necesita testigos.

En la Iglesia comienza este miércoles, Miércoles de Ceniza, el Tiempo de Cuaresma. Pido a las comunidades cristianas que a lo largo de este tiempo se reflexione en todos los niveles, sea de familias, parroquias, movimientos e instituciones, como escuelas y universidad, sobre la necesidad de sentirnos parte y protagonistas de una sociedad que necesita con urgencia recrear las condiciones éticas y morales que hagan de nuestra ciudad la casa grande de todos sus habitantes. Pongo esta intención a los pies de Nuestra Señora de Guadalupe, Madre y Patrona de nuestra querida ciudad de Santa Fe.

Mons. José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

Santa Fe de la Vera Cruz, 2 de marzo de 2014.

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