Heman y Joaquín

viernes, 10 de julio de 2015




     Por Alfredo Sayus



Un dibujo animado del corporativismo yanqui tenía, hace algunos años, como figura ejemplar del cuidado del mundo contra “feos, sucios y malos” a un rubicundo fortachón llamado Heman que, blandiendo su espada hacia el cielo gritaba “¡Yo tengo el poder!” y salía victorioso a vencer la maldad en nombre del “bien”.

Algo parecido le está pasando al Intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, quien busca distanciarse (y diferenciarse) de las políticas constitucionales de la Provincia y de la Nación con medidas que lo colocan casi a la altura del abogado francésOrélie Antoine de Tounens, quien fundó en 1860 el Reino de la Araucania, estableciendo como límites el río Biobío en Chile por el norte, el océano Pacífico por el oeste, el océano Atlántico por el este desde el río Negro en Argentina hasta el estrecho de Magallanes, límite austral continental de “su” Reino.

Las pretensiones de Tounens culminaron en 1862, dado que nunca recibió reconocimiento de ningún Estado, siendo sometido por fuerzas chilenas en el marco de la Ocupación de la Araucanía. Apartándonos un momento de estas historias casi novelescas de aventureros del siglo XIX, la realidad es que en el actual marco de contienda electoral que nos ofrece el siglo XXI, De La Torre parece empeñado en no querer respetar las leyes y formar su propio país independizando San Miguel.

Así lo demuestra con el intento de formar su propia policía y, puesto a analizar la situación actual del distrito, tal vez haya hecho la siguiente ecuación: Tenemos municipalidad, tenemos cementerio, tenemos hospital, correo, instituciones varias, importante cantidad de población y un presupuesto considerable ¡Seamos libres, lo demás no importa nada! Y creó una policía propia para, paso seguido, buscar la independencia de San Miguel.

El poder no se obtiene blandiendo espadas al cielo. El poder de los funcionarios se forja con acciones cotidianas que le van dando credibilidad y sustento a sus actuaciones. Por otra parte, es un poder prestado que se confirma con cada elección y ante cada acción de esos funcionarios. Creerse impune y, en medio de una campaña electoral, tomar decisiones de esta índole puede costar muy caro. Para la decisión del Intendente y para el erario municipal. Los vecinos en breve decidirán en las urnas qué quieren para San Miguel.

Para finalizar, un dato interesante: Orélie Antoine de Tounens, luego que el gobierno chileno diera por finalizada su aventura, fue trasladado a Los Ángeles donde lo recluyeron en un manicomio.

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