Gris de ausencia

miércoles, 5 de agosto de 2015



     Por Alfredo Sayus



Gris de ausencia es una magistral obra de teatro de Roberto “Tito” Cossa que no vamos a desarrollar aquí, a sabiendas que el lector conoce perfectamente su contenido. En esta oportunidad el gris de ausencia al que nos referiremos tiene que ver con una metodología que está utilizando el oficialismo comunal para tapar los carteles de los candidatos de la oposición.

Es decir, un hombre (en cuya parte trasera de su campera se lee “Coordinación o Control Territorial”) camina por calles y avenidas, pincel y recipiente en mano, tapando con color gris rostros y leyendas de afiches y columneros de candidatos que no pertenezcan al Joaquinismo gobernante. Con un gris que no es de ausencia, es bien tangible y bien real.

De acuerdo a lo publicado en algunas redes sociales, uno de estos “tapadores” habría manifestado que tiene una beca municipal y que si no cumple con la orden de tapar las publicidades de campaña contrarias, será echado de la Municipalidad. Aquí es donde se unen el hambre y la miseria.

El hambre de un hombre que debe asegurar el alimento de su familia y el propioes fundamental que sea contemplado y satisfecho. ¿Pero dónde queda la dignidad de un hombre o de una mujer cuando buscan saciar el hambre con actitudes? ¿Pueden mirar a los ojos a sus hijos con la dignidad que un padre/madre debe hacerlo, cuando realizó una actitud deplorable? ¿Qué sabor tiene ese alimento?

Los que le ordenan a un hombre hambriento realizar actitudes de ese tenor desprecian a ese hombre y a la democracia. No se respetan ni a ellos mismos. Pero no es extraño que estos sujetos no respeten la democracia si recordamos que el pasado de Joaquín De La Torre estuvo estrechamente ligado con las dictaduras cívico-militares que asolaron el país.

Hoy, disfrazados de demócratas, siguen teniendo actitudes antidemocráticas, autoritarias, irrespetuosas, sin importarles en absoluto la democracia, sino sólo concentrar poder. Lamento la actividad que deben realizar esos hombres por un sueldo para comer, pero la dignidad debe ser tenida en cuenta en la formación de cualquier hombre/mujer.

Es repudiable la actitud de los personeros del gobierno comunal que se aprovechan de cualquier circunstancia para mantener intactos sus interese personales.

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