¡GUERRA JUDICIAL!

lunes, 11 de abril de 2016

Una lluvia de procesamientos, citatorias e imputaciones exprés se desató en nuestra sociedad. Parece que estamos inmersos en una vertiginosa carrera de “transparencia judicial” un tanto forzada. 

Pasamos de una prolongada apatía crónica, donde los expedientes estaban confinados en olvidados estantes polvorientos, al imperio de un nuevo “estado judicial” donde “casi todo” es inculpado.  Siempre los extremos son conflictivos y poco adecuados, la “justicia lenta NO es justicia”, y el atolondramiento empuja insolentemente a la razón.
En boca de algunas personas la exigencia de justicia suena resueltamente como un desesperado grito de VENGANZA. 
Estamos viviendo un momento social singular, asoma ante la opinión pública múltiples medidas procesales que se asemejan más a un conflicto armado que a un poder independiente del estado administrando equidad jurídica. 
Campañas de desprestigio parecen estar a la orden del día. 
Según la radio, el canal televisivo o el medio gráfico que observemos se pueden apreciar “intereses diversos” y “verdades a medias” que son las mentiras más peligrosas. La información se politizó a tal punto que se duda de su veracidad.  Esta situación es inadecuada para una sociedad que reclama transparencia ¿Que limpidez de criterio podemos consolidar si creemos a medias lo que nos cuentan la mayoría de los medios masivos de comunicación?
Para coronar el complicado momento que transitamos podemos observar que hay algunos jueces, de gran protagonismo en estos momentos, que hace pocas semanas eran severamente cuestionados y descalificados por algunos sectores sociales y políticos. Entonces: ¿Según el fallo del juez lo calificamos como “bueno o malo”?
Nuestra democracia continúa creciendo a durísimos golpes de los fundamentalistas de sus mezquinas y violentos pareceres, sin lugar a réplicas. 
El Papa FRANCISCO, líder mundial de conducta intachable fue cuestionado insólitamente por obsequiar un rosario, símbolo de FE y oración. La objeción surgió de E. Carrió quien construye y destruye organizaciones con la misma encendida pasión, la política no es una actividad para “lobos solitarios”. 
Imaginamos que Carrió olvidó que nuestro señor Jesucristo sufrió en la cruz junto a dos ladrones. Lilita debe ser tolerante y comprender el sentido del perdón y la compasión o “procesar” velozmente por “asociación ilícita” al hijo de DIOS por entablar relación con “inmorales ladrones” …  Los portadores de blancas morales en ocasiones son más lacerantes que los tildados de “pecadores”. 
Equilibrio y mesura para los días que nos esperan, la Argentina está junto a su pueblo por encima de cualquier interés partidista ¡La VERDAD debe florecer!

     Máximo Luppino 

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