VERDUGOS DE REFINADOS MODALES Y PERFUMADOS

lunes, 2 de julio de 2018


Debemos confesar que en ocasiones vemos a “Cambiemos” como verdugos de refinados modales y agradablemente ataviados, versados en múltiples idiomas, sobre todo el inglés, lengua de sus amores más ruines, pero verdugos al fin. Quizás con una ponzoñosa dosis de moderno cinismo.  

Solamente en el mes de abril perdieron su empleo 28.800 trabajadores enrolados en la ocupación formal. Los laburantes de changas se multiplicaron aún más. Los datos confiables nos arrojan 100.000 nuevos desocupados, expulsados del sistema laboral desde enero a la fecha, y lo que se aproxima puede ser mucho peor. Estamos hablando de 100.000 familias que equivalen a medio millón de personas empujadas a la desolada y hambrienta calle de una Argentina desamparada. 
El gobierno pugnó por paritarias hasta de un 15%. Abrumado por la inflación galopante, aceptaría hasta un 20%. El chiste es que la ascendente inflación anual va a estar muy por encima del 30%. Negociar con el gobierno es como ir al casino, perdés o perdés siempre. 
La pobreza y la extrema necesidad están escalando a niveles insoportables. La decepción siempre es mal consejera y no sabemos para qué lado sale disparado este malestar social creciente y desesperanzado que percibimos en las barriadas profundas.  
Tanto sacrificio de la gente de nuestro suelo para que el horizonte económico se avizore aún peor que el drama que estamos viviendo. ¿Más aumentos en combustibles y servicios de luz, gas y agua es la derrotista respuesta de “Cambiemos”? ¿Para este desastre lucharon por el poder político? 
El dólar incontrolable es la guillotina que corta toda perspectiva de futura mejora. Si un cajón de tomates de 30 Kg. se compra a $2 el kilo y en las góndolas se ofrece a $45, significa la ruina total de los dignos productores y el enriquecimiento malvado de las grandes cadenas de supermercados. 
Se están destruyendo totalmente las economías regionales. Naranjas de España, manteca de Uruguay, cerdo de China, ropa de Taiwán y la lista sigue hasta acariciar el absurdo más cruel e impensado. ¿Esto es “Cambiemos”?
“La única VERDAD es la REALIDAD” dijo un gran General, y esta realidad dicta que la situación va de mal a peor. Volvemos a ver el fenómeno del trueque en nuestra querida Nación. Se cambia ropa por comida, herramientas en desuso por fideos y arroz… ¿Hasta cuándo se soportará este flagelo?...
Para peor de males, la iniciativa de legalizar la interrupción del embarazo (aborto) dividió aún más a propios de extraños, con el agregado de un profundo malestar con el universo católico y cristiano en general. A partir de ahora nada será igual en la relación del clero con Mauricio. En voz baja se escucha decir que Macri instrumentó una “victoria” de grupos que mayoritariamente jamás apoyarán sus iniciativas políticas. Por lo cual los del PRO no abortistas están también decepcionados. Quizás diríamos, para ser más claros, tirando a calientes, Gabriela Michetti a la cabeza. 
Cuando nuestro verdugo se hace presente, hacha en mano y con sed de sangre, haciendo correr peligro tu vida, poco importa si te sonríe mientras flagela tu doliente humanidad con despiadados y arteros golpes de medidas económicas que ofician cual hacha afilada por una abrumadora insensibilidad social. 
Para los políticos de raza existen muy pocos imposibles. El “QUERER ES PODER” es una sentencia que abrazan con sincera pasión. El bienestar del pueblo y la grandeza de la Nación es el objetivo por alcanzar. Alejado de este noble interés se encuentran las superestructuras económicas multinacionales que sólo buscan obtener ganancias a cualquier costo. 
La dignidad del pueblo argentino NO es materia negociable. El hambre de nuestra gente es inaceptable.  
Nuestros empresarios quieren producir, nuestros trabajadores, trabajar. ¿Por qué “Cambiemos” no facilita este patriótico y necesario deseo argentino?

                     Máximo Luppino 

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