DELFINA, MEDALLA PARA ARGENTINA Y EL CIELO

miércoles, 10 de octubre de 2018


Delfina Pignatiello alcanzó la primera medalla en la historia de la natación argentina en Juegos Olímpicos Juveniles. En las Olimpiadas de Buenos Aires 2018, Delfina logró la medalla de plata en natación de 800 metros estilo libre, abriendo la puerta del medallero para futuros logros atléticos para nuestros jóvenes deportistas. 

Pero su hazaña deportiva cobraría un místico sentido trascendente cuando en el momento de su premiación recordó con llanto profundo a su abuela que días antes partió rumbo a la inmensidad. Allí, en ese preciado infinito instante del corazón, la medalla de plata alcanzó su resplandor más inmaculado. El momento fue sublime, y el argentino orgullo cedió gentilmente su lugar de privilegio al insondable afecto familiar. Todos fuimos nietos recordando a nuestros abuelos en el más allá. Sonrisas con arrugas llenas de AMOR acudían a nuestra memoria y otra vez sentíamos las caricias celestiales de la abuela con sus blancos cabellos llenos de luz. Las lágrimas visitaron nuestros rostros y el tiempo se disolvió en el universo de la nostalgia, otra vez corríamos por los pasillos de la vieja casa rumbo al abrazo de felicidad por los nonos que llegaban a consentirnos y regalarnos toneladas de puras caricias. 
Delfina Pignatiello nos recordó que, con esfuerzo constante y disciplinado, los logros llegan y los triunfos se concretan. Pero mucho más importante, nos señaló el valor de la familia y la importancia de los sentimientos siempre presentes en el corazón. 
Los jóvenes deportistas de la patria cumpliendo con entusiasmo su vocación apuntalan con bravura la argentinidad. Esfuerzo, dedicación, trabajo y mucha disciplina son los nutrientes indispensables del éxito. Aprendamos y sigamos intentando con fuerza ser mejores personas, solidarias y fraternales con nuestro prójimo y la creación toda.
El agradecimiento es uno de los senderos que conducen directamente al cielo de la dicha espiritual. Delfina parece conocer este noble sendero.  
Tan grande es la medalla alcanzada por nuestra atleta que alegró a la Argentina toda y alcanzó para regocijar abuelos y nietos en un mensaje que llegó a las doradas playas del universo estelar. Delfina sintió a su lado la presencia de su abuela en la competencia y seguro que energías silenciosas, pero poderosas, recargaban de potencia el espíritu de Delfina. 
Los que siembran desidias cosecharán desiertos de completa desolación.
Los que siembran trabajo y amor cosecharán dicha espiritual trascendente. 
“Todo mejorará en el futuro si hacemos un esfuerzo espiritual en el presente”
¡Gracias, Delfina Pignatiello, por la medalla y mucho más por tu ejemplo de vida! 
¡DIOS bendiga a nuestros atletas!

                 Máximo Luppino

0 comentarios: