CORONAVIRUS, INFLACIÓN, INDIVIDUALISMO

viernes, 15 de enero de 2021


La segunda ola de contagios del desastroso COVID-19 se aproxima a nuestras latitudes a pasos agigantados. Un grupo de irresponsables individualistas le rinde pleitesía extrema a sus deseos primarios más elementales, fomentando el tan temido contagio. 



Los EEUU sufrieron en sólo 24 horas 4.500 fallecimientos. Escalofriante guarismo que amenaza con incrementarse. En la hermana Nación de Brasil colapsó el sistema sanitario. En Manaos el panorama es desesperante, deben seleccionar a qué pacientes le suministran oxígeno por la escases del mismo. En el estado de Amazonas, el gobernador Wilson Lima, decretó un toque de queda de 11 horas diarias para poder disminuir los contagios masivos.  

En Argentina aumentan los casos de coronavirus, no obstante, una franja social desaprensiva pretende proceder en su cotidianidad como si nada pasara. Se agolpan sin distancia social en playas, balnearios y encuentros sociales en irreflexivo desafío a los consejos de los preocupados sanitaristas. 

¿Qué tiene que suceder para que ciertas personas tomen conciencia de la crisis que el planeta soporta? Parece que no les importa si se enferman o contagian mortalmente a sus propios familiares. Con tal nivel de ignorancia y egoísmo es muy difícil lidiar. 

El mundo se encuentra en recesión profunda. La economía se desploma por imperio de los contagios masivos que paralizan las proyecciones en dinámica de inversión. Nuestra Argentina no escapa a los parámetros mundiales, Coronavirus más una inflación insoportable sumado a una puja política interna que no cesa en sus peleas partidarias y egoístas que dibujan un panorama muy difícil de afrontar. Pero no tenemos opciones, luchamos o perecemos, no hay lugar para medias tintas…

La tan mentada sombría “segunda ola” de contagios amenaza con propagar con más celeridad la epidemia reinante. Sólo la vacunación masiva y responsable puede detener esta terrible doliente realidad planetaria. 

¿Cuánto aprenderemos de esta singular crisis? Esperemos que lo suficiente para que no se repita otro episodio mundial de tanta gravedad masiva. 

Dentro de los irresponsables que mencionábamos se encuentra un importante número de dirigentes que jugaban al lúdico ajedrez político con la vida de sus semejantes. 

El bien individual está firmemente sujeto al bienestar colectivo. Es esta una de las asignaturas pendientes que tanto parece que nos cuesta asimilar. Ya lo dice constantemente el Papa Francisco: “¡Nadie se salva solo!”… La salida es colectiva, sin exclusión de ningún individuo. 

La inflación posee causas humanas de inconducta social. Especular para ganar más, encarecer productos hasta el absurdo que se tornan inaccesibles para millones de personas. El encarecimiento deliberado de productos alimenticios de consumo popular equivale a un suicidio del mercado nacional. 

Responsabilidad para vivir, compromiso humano solidario para evolucionar, amor al prójimo para ser dignos de la vida que el creador nos regaló. Lo demás es una anécdota teatral de la danza cósmica de los pares de opuestos. 

“La belleza salvará al mundo”- dijo Dostoyevski y tiene razón. La belleza es parte de la VERDAD, la cual encierra los sublimes ideales de superación y AMOR al TODO…


             Máximo Luppino


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