MACRI 2023 ¿VOLVER AL FUTURO?

viernes, 4 de marzo de 2022

En estas horas amaneció la Ciudad con un afiche con el rostro de Mauricio Macri y la contundente leyenda “Macri 2023”. La estantería política de Horacio Rodríguez Larreta pareció tambalear estrepitosamente.



 Es que hay que saber reconocer que Macri es el preferido de la oposición más dura y del anti-peronismo rabioso. Podría ocupar este lugar de rabiosa confrontación política al gobierno peronista de Alberto Fernández, el fogoso Javier Milei, pero aún no genera la confianza elemental que el electorado masivo requiere para tal rol. 

Cuando en la apertura de sesiones ordinarias 2022 del Parlamento Nacional en medio del discurso inaugural del presidente de la república, el bloque del PRO se retiró en total falta de respeto a las instituciones de la Nación, también se retiró Rodríguez Larreta; cuando pocas horas antes el Jefe de Gobierno de la Ciudad en su alocución había afirmado estar “dispuesto siempre al diálogo”. El fervor de los “halcones” capitaneado por Mauricio arrastró violentamente a algunas “palomas” de su propio espacio.  

La ciudadanía suele preferir un equívoco llevado delante con autoridad y decisión a un acierto exhibido en términos dubitativos. Los pusilánimes no suelen ser bendecidos por el soberano que desea liderazgo siempre ante toda circunstancia y eventos. En este lamentable episodio, Larreta perdió influencia interna y mostró subordinación extrema hacia Macri, quien se insinúa como su “jefe de siempre”…

En cambio, se consolidó un sector de la Unión Cívica Radical que siguiendo al diputado Facundo Manes continuó firme en su banca escuchando el discurso presidencial tal como el reglamento de la asamblea legislativa lo exige.  Aquí, Manes reflejó personalidad política propia y auténtico espíritu democrático, punto a favor de Facundo.

En los próximos días, el poder legislativo Nacional deberá tratar el acuerdo con el FMI. Deberá pronunciarse por la afirmativa o negativa del acuerdo alcanzado. No puede modificar ningún “punto y coma” de lo convenido. Los diputados alineados con Mauricio Macri se muestran no convencidos de votar el cuerdo en cuestión. Esto es por demás desopilante. NO apoyarían una solución posible a la deuda que ellos mismos generaron. 

¡Si esto no es oposición destructiva y ciega, no sabemos qué lo es!

Cuando Atila cabalgaba se decía: “donde pisa su caballo no crece más el pasto”. Quizás un día se afirme: “Cuando Macri interviene no crece más la esperanza”.  

Con ropa de fina etiqueta empresarial, Macri se muestra hoy como el más firme candidato opositor al peronismo en las elecciones 2023. La única posible sorpresa para el ex Newman es la lógica sublevación política que crece en la UCR. Macri cree que el histórico partido le pertenece, pero vientos de guerra insinúan soplar en las filas Radicales. Ya no quieren ser un “coro mudo” ni parte del “comité de aplausos” del PRO. ¿Tomaron conciencia de su verdadera fortaleza? ¿O aún faltan unas dosis más de revisionismo histórico para recordar de dónde vienen y a qué horizonte de grandeza nacional aspiraban sus más encumbrados líderes? 

Mientras esto sucede, el implacable tiempo marcha sin pausa al futuro que siempre lo aguarda. Macri sigue aceitando la topadora con la cual arrasaría todo proyecto nacional de crecimiento genuino.

Larreta busca un hueco en el que filtrar su candidatura presidencial tan anhelada con justa pretensión.  

Milei, además de donar su sueldo de diputado ensaya qué exabrupto más puede lanzar al océano de la opinión pública para “ganar votos”. 

Facundo Manes aparece como el más sensato y responsable opositor, de la mano de un partido centenario que jamás debió ser “furgón de cola” de un liberalismo despiadado y cruel.  

Mientras, Alberto Fernández debe superar la inflación que de continuar en estos desmadrados índices será la autora inequívoca de una derrota electoral justicialista. 

Claro que si Alberto logra “ponerle el cascabel al gato” otra será al historia. Todo está en manos de la voluntad presidencial. 

El futuro jamás estuvo tan claro y preciso. La gente necesita aferrarse a realidades concretas, mucho más poderosas que prolijos discursos retóricos. 

   Máximo Luppino 


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