RUSIA- UCRANIA ¿UNA GUERRA PROVOCADA?

miércoles, 9 de marzo de 2022

Las guerras en todo tiempo y lugar muestran lo más cruel y doloroso de la humanidad. Son los individuos matándose entre sí. Produciendo mutilaciones, dolor, orfandad y pobreza extrema. Lo más indeseable de la humana hermandad. 


Antes de continuar deseamos enviar nuestra más profunda solidaridad al pueblo de Ucrania y a la comunidad ucraniana que reside en Argentina. Lo más cruel de esta guerra es que rusos y ucranianos son pueblos hermanos y en muchos casos mantienen vínculos familiares o de profunda amistad. 

Pensamos que Vladimir Putin no debió invadir Ucrania. Será el responsable señalado de la atrocidad generada por la acción bélica en curso. Pero las guerras no se producen por generación espontánea. Siempre hay causas que producen el aborrecible mal de las contiendas armadas. Hay preguntas e inquietudes que surgen a propósito de lo que acontece entre Rusia y Ucrania. Por ejemplo: ¿Rusia debía permanecer impávida ante la incorporación de Ucrania a la OTAN y permitir que bases militares dependiente de los Estados Unidos de Norte América asienten misiles nucleares a metros de Moscú? 

¿El Kremlin debía continuar “quieto” ante el avance de la OTAN de EEUU que rodea a Rusia desoyendo pactos internacionales preexistentes que limitaban el incremento bélico? 

La OTAN es sin duda alguna una organización militar que sostiene y blanquea una fuerza de intervención de Estados Unidos a buena parte del mundo, especialmente de Europa, agitando el “CUCO” de un comunismo Soviético que ya no existe. Efectivamente, Rusia hoy es un país capitalista con la modalidad histórica y cultural del país cosaco. 

Claro que los Estados Unidos está más que irritado por el crecimiento económico de su histórico competidor mundial. El gas Ruso que es suministrado a Alemania y a buena parte de Europa es un hecho que jamás aceptó alegremente. 

La conciencia general de la humanidad rechaza los imperialismos. EEUU no desea perder su estatus autoproclamado de “Gendarmes del mundo” y desea manipular al mundo todo. Desde hace tiempo la potencia norteamericana se encuentra tongoneando un “ataque” a la figura de Putin y a Rusia. Nos preguntamos: ¿Hasta dónde aparece como conveniente esta guerra para los interese de los Estado Unidos de Norte América? Es otra guerra que se librará lejos de sus fronteras. Esto obliga a Europa a depender más aún de EEUU. ¿Cuántas armas de empresas yanquis serán probadas y utilizadas en este conflicto guerrero? 

Estados Unidos debe retomar el pensamiento de sus mejores hombres tal como el de Washington, Ralph Emerson, Martin Luther King y Walt Whitman entre otros. Entonces retomará el sendero de auténtica grandeza y dejar el cruel imperio de las armas y el intervencionismo crónico del latrocinio de los pueblos pobres. 

Ahora, para los EEUU, Nicolás Maduro y la Venezuela subestimada y colocada como un “mal ejemplo” se tornó en un aliado. Ya una delegación yanqui visitó al mandatario de Caracas, cerrando acuerdos por el tan deseado “Oro Negro”. No fue por arte de magia. El acercamiento a Maduro fue por arte de conveniencia, el “principio” que más parece respetar la superpotencia mundial. 

De todas maneras, condenamos la actitud invasora de Putin, de la misma manera que lo hacemos con el expansionismo cruel y desmedido de la OTAN, la misma que le dio armas y logística a Inglaterra en la gloriosa gesta Argentina de Malvinas. ¿Qué tiene que hacer Inglaterra, a miles de kilómetros de su país, en nuestras Malvinas que descansan sobre nuestra plataforma Marina y es bañada por nuestro mar Argentino? La OTAN y Estados Unidos no escuchan a las Naciones Unidas, sólo se recuestan en el tronar de sus armas asesinas para mantener su estatus colonial y anacrónico. 

¡Lo que es correcto para Ucrania no lo es para Malvinas según el tendencioso criterio pirata y usurpador de los yanquis e ingleses, hipócritas por excelencia! 

Ya con más de dos semanas de conflicto armado nada se solucionó. Más bien todo empeoró con la latente posibilidad funesta de que el conflicto escale a una violencia más drástica aún con el monstruo de una guerra nuclear merodeando en la obtusa imaginación de los cultores del mal y la oscuridad. 

Sólo la justicia de la mano del bien supremo nos garantiza paz verdadera. 

Deseamos que la compasión, el equilibrio y la armonía celestial visiten el ánimo de los líderes del mundo.


     Máximo Luppino  


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