En el infinito torrente del tiempo, nuestra existencia transcurre. El océano, las estrellas, montañas y ríos ya residían en el planeta antes que... nosotros camináramos bajo este estupendo cielo azul.
¿Cuántos hombres habrán soñado sueños similares a los nuestros?
¿Cuántas familias dibujaron en su momento un derrotero análogo al que nosotros vivimos hoy?
El tiempo es implacable. Nos sugiere a golpe de almanaque lo transitorio de nuestro paso por la tierra; a la vez nos conduce a bucear en la infinitud de nuestra existencia eterna. Somos aquello que es insondable, aquello que creó la mente, la energía y la materia, somos tantas cosas en una sola divina unidad.
En el laberinto travieso de los siglos entramos al año 2016. Aterrizamos en nuestra Argentina, un rincón maravilloso del cosmos. Viviremos lo que hemos decretado en el pasado con nuestros pensamientos y actitudes. Siempre estamos a tiempo de mejorar, de escalar alto en la inmaculada cordillera de la evolución.
Preparemos nuestros corazones para ser útiles a los demás. Derribemos los prejuicios políticos, raciales y religiosos en los cuales encerramos nuestra razón pura. Dispongamos el ánimo para ser positivos y serviciales.
Deseamos que el 2016 sea un año muy bueno para TODOS. Que ARGENTINA transite el sendero del progreso solidario y pacifico, que comprendamos que la violencia es un camino intransitable.
Si imaginamos con valentía y amplitud, viviremos con dignidad y dicha. El santo padre FRANCISMO dijo: “El único poder verdadero es el servicio” desarrollemos nuestros actos bajo la LUZ de esta excelsa verdad.
¡Mira las estrellas e imagínate BUENO, SERVICIAL Y FELIZ!
¡MUY FELIZ 2016 ¡
Máximo Luppino
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