MALVINAS, SAGRADA CAUSA

sábado, 31 de marzo de 2018


Estas Pascuas de Resurrección del Salvador del mundo, nuestro señor Jesucristo, llega como un divino mensaje a los argentinos ligado a nuestro profundo sentir sobre el 2 de abril de 1982.  
El hijo de DIOS hecho hombre entrelazó su infinito corazón henchido de AMOR para con la humanidad toda para librarnos del mal que esclavizaba a la creación, trascendiendo el egoísmo y la apatía que nos agobiaba. 
Jesucristo, resucitando, vence a la muerte y conduce a los hombres a la gloria de la consciente eternidad despierta en DIOS. 

En estos días de perdón y reflexión, de oración y de proyectos buenos, ¿cómo no recordar a nuestros combatientes de MALVINAS? Una emocionada avalancha de dulce patriotismo colma nuestra atención. Vemos a nuestros soldados, hijos dilectos de la más pura valentía criolla, como “santos de la fría turba malvinense”. 
Soldados sin sed de sangre, pero bravos guerreros cuando la patria los llama. Nuestros hombres pelean por AMOR a la patria, NO por intereses invasivos sobre otros pueblos. Las Malvinas son argentinas. La única “negociación” que el pueblo de nuestra Nación aceptará es la de volver a ver ondear libre y soberana a nuestra bandera en todo nuestro austral territorio. 
¡Malvinas es la causa sagrada del pueblo argentino, recuperarlas irrestrictamente es un objetivo nacional!
Claro que VOLVEREMOS. El AMOR acuñado en nuestros corazones por nuestras islas nos conduce a un solo sendero, el de la recuperación total de las Malvinas. La sangre generosamente derramada por nuestros héroes estableció un compromiso silencioso, solemne y eterno de fidelidad patriótica. Jamás olvidaremos a nuestros combatientes.
Una Nación con héroes jamás fallece. Un pueblo de valientes siempre llega a la cumbre de sus mejores deseos. 
A nuestra legión de titanes combatientes sumamos a los 44 hermanos marinos del submarino San Juan, probablemente hundido por los mismos piratas usurpadores de nuestras amadas islas. Honor y gloria para con nuestros soldados.
Es incómodo sentir aristas bélicas en vísperas de resurrección, pero sólo anhelamos recuperar lo que por sagrado derecho pertenece al pueblo ARGENTINO. 
DIOS se apiade de las ALMAS de los traidores y entreguistas que se vendieron al enemigo por monedas de infamia, cual modernos Judas, hijos de un capitalismo sórdido y despiadado. 
Nos sentimos orgullosos de nuestra argentinidad y del majestuoso límpido SOL de nuestra bandera. 
¡Las Malvinas son ARGENTINAS! 

¡Muy felices pascuas de resurrección para todos!

             Máximo Luppino

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